4 de cada 10 teléfonos son ya Smartphones. Estos dispositivos avanzados están cambiando la forma en que los consumidores interactúan con sus teléfonos.
La mayoría de los propietarios de teléfonos inteligentes se han descargado aplicaciones en sus dispositivos, siendo las más visitadas las redes sociales y los mapas. De media, un usuario tiene descargadas entre 30 y 40 aplicaciones en su teléfono.
El mercado de los teléfonos inteligentes está teniendo un crecimiento sorprendente. Hace dos años sólo el 18 por ciento de los propietarios de teléfonos móviles tenían un Smartphone, mientras que hoy en día son ya casi un 50 por ciento.
Gracias a las aplicaciones móviles, las necesidades de los usuarios han cambiado, por ello, si decidimos crear una aplicación móvil debemos fijar qué queremos ofrecer con ella, qué valor añadido aporta para que el usuario decida instalarla. Pero no basta con esto, además, debemos de fidelizar a este usuario, debemos conseguir que la aplicación le sea útil, que haga uso de ella y que no la desinstale pasados unos días.
Las aplicaciones deben aportar al usuario algo más que lo que pueden encontrar en un navegador como geolocalización, códigos Bidimensionales o realidad aumentada por ejemplo. Además, no debemos olvidar que en la aplicación debe reflejar nuestra identidad.
Y vosotros, ¿qué creéis que debe aportar una aplicación móvil?
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