Esta es la primera pregunta que debemos formularnos a la hora de trabajar en un proyecto web. Y es lógico pensar en el comportamiento del usuario final de nuestro producto, ya que así conseguiremos ofrecer una información útil a nuestro público objetivo.
En primer lugar, el usuario web no lee contenidos, sino que los busca. Y es consciente de que para lograr este objetivo no necesita leer toda la página de arriba abajo; hará clic sobre el primer enlace que crea que tiene relación con el tema que le interesa. Por lo tanto, podemos decir que el usuario de una página web no lee, sino que ojea los contenidos.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es la Jerarquía de la Información. Esta Jerarquía determina la importancia de los contenidos que presentamos en la página. Una vez establecida la Jerarquía de contenidos, los distribuiremos en las zonas de la página donde se presta mayor atención.
No se sabe con exactitud cuál es el camino que seguirá cada usuario, pero sí sabemos qué zonas del navegador reciben mayor atención. Así, según esta jerarquía visual, la zona más importante sería la central, después el lateral izquierdo, el derecho y por último la cabecera y el pie.
Teniendo esto en cuenta, podemos utilizar diversas técnicas para estructurar con éxito el contenido de nuestra página:
- Colocar el contenido principal en las zonas de mayor importancia.
- Destacar los títulos y subtítulos aumentando el tamaño de la tipografía.
- Enfatizar los textos importantes con negritas o utilizando colores.
- Distribuir adecuadamente los espacios entre títulos, subtítulos y texto, así como entre párrafos.
- Agrupar elementos informativos relacionados entre sí.
- Evitar el uso de textos parpadeantes o en movimiento, ya que el usuario los percibirá como publicidad.
A la hora de establecer qué contenidos son los más relevantes tenemos que pensar de nuevo en el usuario final. Un contenido importante para la empresa, no tiene por qué serlo para el usuario; cuidado por tanto con el lenguaje corporativo.
Como conclusión, los usuarios al acceder a una página web, aplican un filtro mediante el cual se quedan con el contenido que les interesa, desechando aquello que para ellos no tiene interés. La causa de este comportamiento es que los usuarios odian leer en pantalla, e intentarán por todos los medios extraer lo que les interesa con el menor esfuerzo posible. En base a esta realidad, deberemos utilizar distintas técnicas para captar la atención de nuestros usuarios.
Deja una respuesta