Meerkat

Meerkat y la ¿moda? del broadcasting

Recuerdo como hace tres o cuatro años se empezaba a hablar del fenómeno de la retransmisión. La conectividad móvil nos daba la posibilidad, mediante una app, de poder emitir cualquier cosa desde cualquier rincón del planeta. Cualquier usuario/a podría llegar a dar una noticia de una forma tan inmediata que iba a poner en jaque al periodismo tradicional.

También recuerdo haber usado esos servicios por aquel entonces. Hacer emisiones de prueba mientras paseaba por la calle y tener unos 40 o 50 espectadores viéndolo. Pero como una moda, aquello del social broadcasting desapareció durante un tiempo. Más tardes se volvería a poner de moda para volver a desaparecer. Hoy está en boca de muchos/as expertos/as gracias a Periscope, lo nuevo de Twitter. Esta app es el enésimo intento de poner de moda esta tecnología.

Twitter lanza Periscope porque durante las últimas semanas una app está cogiendo bastante peso en el mercado. Su nombre es Meerkat y parece que ha irrumpido con fuerza en el sector. Casi todos los blogs tecnológicos se hacen eco de esta app y muchos expertos dicen haberla probado. De la noche a la mañana, Meerkat pasa de ser una absoluta desconocida a estar en boca de todos los adictos al social media.

¿Ha llegado la hora del broadcast?

Meerkat no es la revolución que pintaban

Meerkat es una app que permite hacer streaming desde un iPhone. Desde su lanzamiento vive con una integración total con Twitter. En menos de dos meses, Meerkat dice haber generado una comunidad de más de 300.000 usuarios, una cifra nada desdeñable. Sin embargo, a las pocas semanas de su lanzamiento, la app recibe un varapalo importante por parte de la red social que le da vida. Twitter limitaba el acceso a Meerkat, de tal forma que perdía su integración con la primera. Horas después, Twitter confirmaba la adquisición de la app Periscope, que ofrecía los mismos servicios que Meerkat. Todo va cogiendo forma.

meerkat app

A partir de aquí, se dicen muchas cosas. Se pinta a Meerkat como un enemigo muy peligroso para Twitter y a ésta como una desalmada capaz de hacer cualquier cosa por evitar el éxito de terceros. Se habla del miedo de Twitter ante el rotundo éxito de Meerkat, pero, ¿Realmente es un éxito?

Hasta la fecha, se han desarrollado una cantidad increíble de sistemas y servicios para emitir online. Yo mismo usé Ustream allá por 2011 o 2012. El año pasado se seguía hablando de este tipo de tecnología en nuestro país. Wouzee es una startup española que saltó a la fama porque se utilizó su plataforma para colgar un vídeo de la declaración de la Infanta en los Tribunales.

Meerkat no deja de ser otra vuelta de tuerca de algo ya conocido, sólo que algo más social y simple, y con un logo bonito. Detrás del auge de Meerkat, además de un trabajo bien hecho, existe cierto Hype enriquecido por mucho experto y medio especializado, los cuales han generado un discurso que ha causado mucho interés.

Los estudios han demostrado que la popularidad de Meerkat se estanca a los dos días (literal) del lanzamiento de Periscope. Ahora, los que antes la encumbraban al olimpo de las apps la entierran en el cementerio más llano y modesto. Ni Meerkat es la bomba ni ha sido un engaño. Ha sido fruto del Hype de la comunidad 2.0.

¿Realmente es el futuro?

Con la llegada del nuevo milenio, había cierto pensamiento que vislumbraba un futuro lleno de emisiones de la vida cotidiana. Hablo del boom de El Show de Truman, del programa Gran Hermano, de cómo de la noche a la mañana creemos que el futuro del ocio está en ser voyeurs. gran Hermano empieza a vender sus emisiones las 24 horas, en internet ya se habla de personas que tienen conectada la webcam de su casa todo el día para ser observados. ¿Qué será de todo esto en 10 años?

Ha pasado algo más de una década y todo esto parece haberse quedado muy lejos. Gran Hermano dejó de interesar como una forma de conocer la vida en directo para ser un concurso más. El fenómeno social evoluciona, pero con otras herramientas. Compartimos nuestra vida en directo, pero a base de fotos y comentarios, ya sea mediante blogs o con redes sociales. Sin embargo, el streaming no acaba de despegar. ¿Por qué?

Puede haber un buen número de respuestas a esa preguntas. La conexión móvil puede ser un factor en contra. Emitir supone un consumo considerable de datos móviles, y no hay que decir que todos/as hacemos un racionamiento increíble de nuestro plan de datos para intentar llegar a fin de mes.

Otra reflexión que he leído por ahí y que realmente me ha gustado nos hace la siguiente pregunta: ¿Realmente interesa tanto ver la vida de otros/as en directo? Es cierto que a día de hoy el streaming de partidas de videojuegos es algo más que una moda, pero una cosa es observar una partida como quien disfruta de una retransmisión deportiva y otra es adentrarse en la vida de un desconocido.

Entiendo que haya ocasiones en las que nos resulte interesante ponernos en la piel de otros/as, como durante un concierto o en medio de una situación de interés mediático, pero aplicándolo a mi día a día, no encuentro algo que resulte lo suficientemente interesante como para captar el interés de mis seguidores en medios sociales. Esto no significa que el social broadcasting por fin vaya a triunfar o a fracasar. Durante los próximos meses veremos su evolución, que auguro será lenta. Tiempo al tiempo.

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