¡Un código QR quiero!

Hay quien “ve códigos QR” en todos los sitios y no es para menos dada la proliferación de ese conjunto de cuadraditos que al escanear con nuestro Smartphone nos llevan a una información adicional. Era habitual verlos en tarjetas de visita, embalajes de productos, catálogos, anuncios en periódicos o revistas,  cupones de descuento, o incluso algún escaparate y ya están llegando a la publicidad exterior como vallas, mobiliario urbano, postes,… Pero,  la creatividad de los anunciantes, que no tiene límites, está llevando a plasmar los códigos bidimensionales en numerosos soportes, como camisetas, posavasos, llaveros, o incluso ¡en la comida! De tal forma que el molde de una pizza tuvo forma de código QR para reclutar talentos en la firma alemana Scholz & Friends en colaboración con una pizzería que las enviaba gratis cada vez que recibía un pedido de una agencia de publicidad.

Pero ¿qué es?

Un código QR (quick response code o código de respuesta rápida) es un sistema para almacenar información en una matriz de puntos o un código de barras bidimensional que, gracias a la inclusión de software que lee códigos QR en los teléfonos móviles, permite acceder a la información que éste contiene mediante la cámara de foto o escáner. Esta posibilidad de acceder a determinada información,  desde la cámara del móvil, de forma rápida y sencilla, está permitiendo nuevos usos orientados al consumidor, como acceder a una dirección de Internet (URL), guardar datos en el móvil (un contacto vcard), llamar a un número de teléfono, ver  la ubicación geográfica o posición GPS de un comercio, local o establecimiento, hacerse fan de una página de facebook, o incluso para comprar productos sacando fotografías, como implementó la subsidiaria de Tesco en Corea.

Y ¿por qué son tan útiles?

Porque su utilización es sencilla, simplemente es necesario apuntar un teléfono Smartphone al código y obtenemos la información sin necesidad de escribir, y además es rápido, es inmediato. Y, además, para las marcas es algo poco costoso de implementar, rentable y permite atraer al público del mundo físico a su universo digital.

Los usuarios ¿qué opinan?

Según la encuesta realizada por MGH, un 65% dijo haberlos visto y 32% afirmó haberlos usado, y, lo que es mejor, es que la mayor parte reconoció que volvería a usarlos y que los códigos QR pueden ayudar a recordar anuncios. Entre las cinco motivaciones para usarlo están: la búsqueda de ofertas o descuentos, participar en un sorteo, acceder a información adicional, hacer una compra o registrarse para recibir una información.

Y ahora…

Se trata de pensar propuestas ingeniosas, creativas, innovadoras, para llegar al público objetivo de cada empresa u organización, como ya lo ha hecho la Asociación de Agroturismos y Casas Rurales de Euskadi, Nekatur, que solicitó a Veiss Comunicación un código para cada alojamiento para utilizar en diversos soportes y que llevará al usuario que lo escanee a la página de la casa rural.

¿Conoces algún caso original o divertido para contarnos?

Comentarios

4 respuestas a «¡Un código QR quiero!»

  1. Avatar de Gorka Corres Zamacol

    Hola María:

    Conozco a gente que lo incluye ya en su tarjeta personal, así que imagínate.

    Lo he llegado a ver hasta en camisetas autopromoción del propio profesional incluso.

    Saludos,

    Gorka

  2. Avatar de María Martínez

    Sí, si, hay muchas aplicaciones creativas, tarjetas, textil, luminosos, publicidad exterior como vallas o marquesinas, incluso en ¡comida! como se podía ver en una foto de unas galletas cuya cobertura tenía forma de código QR 😀

    Se han convertido en una nueva herramienta de marketing y mercadotécnia bastante extendida, sencilla y con muchas posibilidades.

    Saludos,
    María

  3. Avatar de Lucía
    Lucía

    También se la industria del tatuaje utiliza los QR como innovación. Resulta que un publicitario llamado Fred Bosch se tatuó un código QR en el brazo y lo subastó como sitio publicitario. Tuvo mucho exito.

    http://www.diariodenavarra.es/noticias/mas_actualidad/sociedad/2012/04/17/un_publicista_subasta_brazo_como_soporte_publicitario_77331_1035.html

    Saludos

    Lucía Morales

  4. Avatar de María Martínez

    ¡Curioso caso!, Lucía, gracias por contárnoslo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *